Examen de la vista

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¿Qué es un examen de la vista?

Un examen de la vista o examen de ojos, es una evaluación breve que busca posibles problemas con la visión o enfermedades de los ojos. El examen de la vista lo suele hacer el médico de cabecera como parte de los controles rutinarios del niño. A veces lo hace la enfermera escolar.

El examen de ojos no se usa para diagnosticar problemas de la vista. Si se encuentra un problema, el profesional de la salud lo enviará a ver a un oculista para el diagnóstico y el tratamiento. Este especialista hace un examen de ojos más completo. Muchos problemas y enfermedades de la vista se pueden tratar con lentes correctivos, cirugía menor u otros tratamientos.

Otros nombres: examen ocular, examen de visión.

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¿Por qué necesito un examen de la vista?

A la mayoría de los adultos con buena salud no se les recomienda en forma rutinaria un examen de la vista detallado. Pero sí se les recomienda una evaluación periódica con un especialista en ojos. Si tiene preguntas sobre cuándo hacerse un examen de la vista, consulte con su médico de cabecera

Los niños deben ser evaluados en forma regular. La Academia Estadounidense de Oftalmología y la Academia Estadounidense de Pediatría recomiendan el siguiente cronograma para los exámenes de la vista:

  • Recién nacidos: Todos los recién nacidos deben ser revisados para detectar infecciones de los ojos u otras enfermedades
  • 6 meses: Los ojos y la vista se deben revisar en los controles periódicos del bebé sano
  • Entre 1 y 4 años de edad: Los ojos y la vista se deben revisar en las citas de rutina
  • 5 años y más: Los ojos y la vista se deben revisar anualmente

Su niño podría necesitar un examen de la vista si tiene síntomas de una enfermedad de los ojos. En los bebés de tres meses o mayores, algunos de los síntomas son:

  • No ser capaz de hacer contacto visual constante
  • Los ojos no parecen bien alineados

En los niños mayores, los síntomas incluyen:

  • Ojos que no parecen bien alineados
  • Ojos bizcos o bizquera
  • Cerrar o cubrirse un ojo
  • Problemas para leer o trabajar con objetos cercanos
  • Quejarse de ver las cosas borrosas
  • Parpadear más de lo habitual
  • Ojos llorosos
  • Párpados caídos
  • Enrojecimiento en un ojo o ambos
  • Sensibilidad a la luz

Si usted es un adulto con problemas o síntomas visuales, probablemente lo refieran a un oculista (un médico de ojos) para un examen de ojos detallado.

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